La Sultana del Norte vibró al ritmo del legendario Paul van Dyk, quien trajo su tour “This World is Ours” a la Terraza Sultán enloqueciendo al público con unos beats que prendieron la mecha de una noche que fue pura electricidad.
Me dí cuenta que la fiesta ya estaba en alta al escuchar el cautivante patrón de sonidos digitales proveniente de la Terraza Sultán antes siquiera de haber llegado a la entrada. Marcando el reloj las 9:00 de la noche ya sonaba el set de Pruneda quien prendía con un rítmico beat incesante y hits de club clásicos como “Miss You” de Everything but the Girl, los cuales fueron reconocidos entre los congregados al show.



En suave transición, Lana del Rave tomó la batuta para tornar electro-místico el ambiente. Su set penetrante, nuestro estado emocional y con el manto de la noche sobre nosotros desdibujaba el paso del tiempo el cual asemejaba un continuo flujo de arena del cual nadie es ya consiente. Seguimos flotando sobre esta marea sonora, ahora a cargo de DJ Piolo, el último abridor, para poner al punto la mesa para el platillo principal de la noche. La música y el calor presente nos estaba sazonando a fuego lento y entonces llegó la hora.







El venue ya ardía cuando la intro del headliner se empezó a escuchar para revelar en las pantallas la leyenda resplandeciente “This World is Ours”. El rey de la música electrónica trance Paul van Dyk se apareció de nuevo en Monterrey después de 17 años sin ser aclamado en tierras regias.






Desde el primer minuto nos sumergió de lleno en su mundo de mezclas finas e inteligentes ejecutadas con maestría. Viéndo mover sus manos sobre su equipo de mezcladora y sintetizadores se asemeja a presenciar la destreza de un hechicero al preparar una posición mágica, la cual vierte sobre los presentes como un encantamiento fascinante. La experiencia sensorial transciende el oído y la vista, también los parlantes al ras del suelo nos masajean el cuerpo con las pulsaciones comandadas por van Dyk.








Y es que Paul van Dyk con tantas décadas de carrera musical se ha vuelto un arquitecto de atmósferas con portales a memorias, un alquimista del sonido que libera emociones en nosotros que solo podemos manifestar bailando cautivados en su mundo denso, intenso y magnético. El cierre dejó a todos flotando, pulsando y bien prendidos, con esa sensación de “¿qué acaba de pasar?” que solo los grandes saben provocar.








Texto e imágenes por Arqueles García