Ilse de Flans nos habla de los aprendizajes y la magia de trabajar entre mujeres.
Monterrey, Nuevo León, En una rueda de prensa llena de energía, nostalgia y muchas risas, tuvimos la oportunidad de conversar con Ilse, una de las voces más queridas del pop en español convocada por Central Publicity. En el marco de su visita a Saltillo —¡cerquita de Monterrey!—, nos compartió respuestas honestas y entrañables cuando le preguntamos sobre los momentos inesperados que le han dejado aprendizajes en esta etapa de su carrera.
Gris Cruz:
Hola, Ilse. ¡Qué gusto saludarte! Estamos fascinados de que vengas cerca de Monterrey, a Saltillo, y con un show tan especial. Es un nombre muy interesante y quería saber: ¿han habido situaciones inesperadas en este trayecto que les hayan dejado alguna enseñanza?
Ilse:
Situaciones inesperadas… ¡todo ha sido inesperado! Desde el principio. Veníamos de trabajar con otros grupos —yo con Parchís, con parte de Timbiriche, Fandango, Los Chamos— y todo fluyó rapidísimo. De pronto, nos encontramos cinco mujeres en esta etapa de la vida… menopausia incluida, ¡las cinco!
Al principio hubo muchos egos que bajar, muchos miedos que calmar. Y eso fue inesperado, porque estábamos acostumbradas a que alguien más dirigiera los proyectos. Aquí nos tocó crear nosotras los espacios en el show. Fue un arranque un poco rudo.
Pero algo que valoro muchísimo fue la disposición de Pandora. Hubo un momento en que ellas dijeron que no querían que bailáramos tanto. Y yo, la verdad, les dije: “Si no quieren que bailemos, yo no le entro. Porque para nosotras, el baile también es una forma de expresarnos”.
Ahí fue cuando ellas hicieron clic. Se abrieron completamente: llegaron puntuales a los ensayos, sudaban como locas, ¡y jamás se quejaron! Y eso, a nuestras edades, cuando dicen que “mono contemporáneo no aprende marometa nueva”, pues lo desmentimos por completo. Fue inesperado… y fue muy bonito.
Gris Cruz:
Definitivamente se notó ese acercamiento entre ustedes. Tuve la suerte de verlas en McAllen, Texas, el año pasado. ¡Felicidades y en horabuena!
Ilse:
¡Ay, gracias! Y te deseo que a ti también te sorprenda la vida para bien en tus nuevos proyectos. Aunque tengas miedo, ábrete de corazón, cree que va a fluir y que va a salir. Para mí, a mis 23 años (¡jajaja!) ha sido una súper grata sorpresa estar trabajando con estas chicas. Me siento muy afortunada. compartió la entusiasta vocalista de la querida agrupación ochentera.
Flans ha sido parte de la historia de tantas personas incluyendo la mía porque fui una adolescente que se aprendió no solo todas las canciones y bailes sino que Mimí, Ivonne e Ilse marcaron a toda una generación con su estilo fresco, letras que hablaban de amor, sueños y amistad, y una estética que rompía con los moldes tradicionales. Eran cercanas, divertidas y modernas, lo que las convirtió en íconos instantáneos. En lo personal, Flans fue la banda sonora de mi adolescencia: el primer amor, los días de escuela, las fiestas y los corazones rotos. Su música trascendió modas, y hoy sigue encontrando eco en nuevas generaciones que descubren en sus canciones esa misma chispa que encendió a miles hace más de cuatro décadas.
Durante la charla con la cantante, no solo se notó su calidez y espontaneidad, también la emoción que siente por lo que viene con el “Más Inesperado Tour”, una gira que ha sorprendido por su fuerza escénica, su energía y la química que desbordan sobre el escenario ya que se trata del esperado concierto de las icónicas agrupaciones Pandora y Flans que se llevará a cabo el viernes 20 de junio a las 9:00 p.m. en el Auditorio Parque Las Maravillas.
“El + Inesperado Tour”: Magia, honestidad y generaciones unidas.
Cuando le preguntaron qué podemos esperar en la presentación en Saltillo, esto fue lo que nos contó:
La integrante del icónico grupo Flans, compartió detalles sobre el + Inesperado Tour, una gira que ha sorprendido gratamente tanto a fanáticos de siempre como a nuevas generaciones. La cantante reveló que el show en Saltillo traerá un formato renovado: nuevas canciones, retos escénicos y una escenografía que ha sido muy bien recibida en otras ciudades. “Seguimos contentas, agradecidas… ¡y con muchas ganas de llegar a Saltillo!”, expresó con entusiasmo.
Cuando se le preguntó sobre la clave para mantenerse vigentes tras más de 40 años de carrera, Ilse lo resumió en una palabra: honestidad. “Siempre nos mostramos como éramos. Nunca fuimos de poses ni de actitudes de diva. Somos mujeres reales, accesibles”, dijo, subrayando la importancia de mantenerse auténticas tanto en el escenario como fuera de él.
Lo más emocionante, según Ilse, es ver cómo niñas pequeñas y adolescentes se conectan con su música, como ocurrió cuando Flans inició su carrera. “Eso me parece mágico”, confesó. También compartió un consejo que suele dar a sus hijos: vivir y trabajar con honestidad, y enfrentar los problemas de frente.
Así, El + Inesperado Tour no solo es un viaje musical, sino una celebración intergeneracional cargada de energía, nostalgia y verdad.
Canciones que se cantan desde el alma, la melancolía de la bella época de los 80s y su vivencia como madre.
La charla dio un giro íntimo y muy emotivo cuando uno de los periodistas le recordó uno de sus trabajos menos conocidos pero profundamente significativos en su etapa como solista. Entre recuerdos y confesiones, salió a flote esa parte más melancólica y profunda de una mujer que, aunque es sinónimo de energía en el escenario, también ha sido movida por emociones más introspectivas.
Cuando se le comentó que “Hacia tu corazón” es un tema muy especial, esto le abrió la puerta a la cantante para hablar con cariño y un poco de nostalgia sobre ese tema: “Esa canción me la obsequió Julio Sáenz, que en paz descanse. Él era presidente de Warner. Me dijo: ‘Ilse, tú tienes una voz muy dulce’, y aunque yo siempre he querido sonar más como Tina Turner, me acababan dando cosas dulces”
Lo más especial fue cuando nos compartió que su canción favorita de ese disco no es precisamente la más popular:
“Mi favorita es ‘La vida se nos va’. Es melancólica, como yo. Siempre dicen que soy muy feliz, y sí lo soy, pero también tengo ese lado existencial, sensible. Esa canción nunca me la chulean, pero la amo. Si alguna vez cantara como solista de nuevo, la cantaría, aunque todo mundo se me duerma.”
La conversación continuó con una reflexión sobre su carrera como solista y por qué no siguió esa línea más conceptual, como la que mostró en su disco África. ¿La razón? La vida, el amor y la maternidad.
“Justo cuando empezaba a sentir que me estaba encontrando como solista, conocí al papá de mis hijos, me casé… y llegó mi bebé. Tenía que promocionar el segundo disco, me fui 15 días de gira y cuando regresé, mi bebé me volteó la cara. Se sintió. Y ahí dije: no. Mi prioridad es él.”
Sin dramatismos ni arrepentimientos, Ilse fue clara: “No fue sacrificio, fue decisión. No me arrepiento. Mis hijos eran mi prioridad. Y si no iba a estar para ellos, ¿para qué los tuve?”
Una vida llena de decisiones, pausas y nuevos comienzos
Además la chispeante cantante nos habló de su maternidad no como un obstáculo en su carrera, sino como una elección consciente y amorosa. Esa pausa que muchos hubieran visto como un sacrificio, para ella fue un acto de coherencia con su sentir más profundo y aunque ese camino la alejó momentáneamente del escenario, no la desconectó de la música. Al contrario, le permitió regresar con otra perspectiva, más madura, más honesta, más suya.
En sus palabras hay cero quejas y mucha paz:
“Mi hijo necesitaba a su mamá presente, y yo quería estar ahí. El papá de mis hijos sí necesitaba que yo trabajara también, pero yo pensaba: si no voy a estar con él, ¿entonces para qué lo traje al mundo?”
Ilse no romantiza, no dramatiza. Solo comparte con serenidad las decisiones que fue tomando, y que hoy le permiten mirar atrás sin arrepentimientos.
“No fue sacrificio, fue una elección con el corazón. Y volvería a hacerlo.”
Esa claridad —que muchas veces solo llega con los años vividos— se refleja ahora en su regreso a los escenarios con +Inesperado Tour, donde se mezcla la energía de siempre con una autenticidad renovada. Ilse, como mujer, artista y madre, ha sabido hacer pausas, reinventarse y volver a conectar, con ella misma y con su público.
De la madurez a la eternidad en el escenario
Al preguntarle cómo se veía en el futuro, nos reveló una reflexión profunda sobre su vida y carrera ya que ella misma ni siquiera imaginaba estar a sus años todavía cantando y bailando en los escenarios, pero celebra cada momento, especialmente porque ha aprendido a cuidarse y valorarse.
“La verdad es que nunca me vi así, pero ahora celebro tener este trabajo. Si no tuviera esta ocupación, no me procuraría tanto. Pero como tengo que estar en el escenario, también me obliga a cuidar mi imagen y mi salud. Me siento muy bien y muy agradecida. De hecho, mi hermana no tuvo esa suerte de llegar a la edad que tengo yo, así que aprecio aún más lo que tengo.”
Para Ilse, lo que importa no son las arrugas ni la imagen superficial, sino la salud, la conexión con sus amigas y su equipo de trabajo, y la oportunidad de seguir haciendo lo que ama. Esta sabiduría es producto de los años vividos, y la cantante lo reconoce con humildad y gratitud.
“Hay que valorar lo que tenemos, no importa la edad. Yo estoy feliz con lo que tengo: trabajo, amigas, salud, y el apoyo de mi gente.”
Flans y Pandora: Lo que queda por venir
Cuando le preguntaron sobre el futuro de Flans y Pandora en los escenarios, Ilse respondió con la misma energía y optimismo que siempre la ha caracterizado:
“Lo que Dios nos permita, siempre. Mi papá fue un ejemplo para mí, un publicista apasionado por su trabajo. Dejó de trabajar dos semanas antes de morir, y él tenía 88 años. Yo no me imagino retirándome así de rápido. Si mi cuerpo me lo permite, ¡vamos para arriba, no para abajo!”
Y es que esa filosofía de seguir adelante, de mantenerse curiosa y activa, es la que la ha acompañado en su carrera. A pesar de las dudas que alguna vez tuvieron con Pandora, Ilse se mantiene firme en que nunca es tarde para seguir brillando.
“La gente de mi generación sabe cómo cuidarse, cómo alimentarse bien, cómo mantenerse fuertes. Y aunque algunas de nosotras tuvimos dudas sobre si a esta edad podíamos seguir bailando, la verdad es que aquí estamos, con más ganas que nunca.”
Ilse y sus compañeras de Flans no solo están haciendo lo que aman, sino que están redefiniendo lo que significa ser una mujer madura en el escenario. Siguen con la misma energía, con la misma pasión y con una curiosidad insaciable por la vida. Para ellas, la edad no es un límite, sino un testimonio de todo lo vivido y aprendido.
A través de esta encantadora oportunidad de charlar con Ilse pudimos aprender que la vida nunca es lineal y que, incluso cuando todo parece estar en su lugar, siempre hay espacio para renovarse, para volver a empezar y para hacer lo que realmente amamos. Su historia es un recordatorio poderoso de que, a cualquier edad, siempre podemos seguir aprendiendo, creciendo y, sobre todo, soñando.
A lo largo de los años, Ilse ha sido mucho más que una cantante de Flans: ha sido una mujer que ha vivido con valentía, que ha hecho sus propias pausas y regresos, y que hoy sigue demostrando que, mientras haya pasión, no hay límites para lo que podemos lograr.
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