


El tema fue considerado en su momento por George Harrison como basura, por la pésima calidad de grabación casera de John Lennon, la cual fue compuesta como un demo en su segunda etapa como cantautor en New York a finales de los años 70.
Una sorpresiva aportación
La idea de trabajar en el tema surgió casi 20 años después cuando Yoko Ono entrega a los 3 miembros de los Fab 4, cintas de Lennon para que ellos mismos pudiesen rescatar algo de ese material inédito. Fue entonces que Ringo, George y Paul se sentaron de nuevo a trabajar en varias piezas que justamente vieron la luz en el álbum Anthology en 1995 pero el tema que hoy nos trae aquí, no logró llegar a este disco y tuvimos que esperar casi 3 décadas más para constatar la gloriosa grandeza del pasado como si se descubriese una nueva pieza de Chopin, Beethoven o Mozart.
De un demo que nació en 1976, Los 3 Beatles sobrevivientes (Ringo, Paul y George ) decidieron trabajar a mediados de los años 90 en este proyecto logrando grabar partes de esta fabulosa pieza, sin oportunidad de poder concluirla debido a las limitaciones tecnológicas de esa época, por lo que solo generaron pistas de acompañamiento. Los años guardaron esta bella pieza y sucede que en el 2023 la tecnología fue suficiente para reproducir fielmente la voz de Lennon a través del trabajo de Peter Jackson después de realizar el documental en el 2021 “The Beatles: Get Back”.

Se requirió además de la tenacidad y visión de Paul McCartney, un trabajo exhaustivo en equipo con Jackson para que no se tratara de nada artificial o sintético y lograr un proceso cuidadoso de restauración que obtuvo esta pieza magistral donde los cuatro Beatles se reúnen nuevamente para vislumbrar la magia de la banda en la actualidad.
Tengo que reconocer muy a mi pesar que no se puede dejar atrás la aportación de Yoko Ono, la mujer controversial que siempre obtendrá sentimientos encontrados y comentarios nada favorecedores por su interacción y relación con la banda más querida de Liverpool. En lo personal me sorprendió gratamente cuando fue ella quien ofreció en 1994 este casette casero donde solo se podía escuchar a John y su piano, porque considero que pudo entender el verdadero valor del tema y el impacto musical y trascendental.


Now and Then logra hacer un recorrido profundo a la añoranza de lo que se tuvo y ya no está, aderezado con un melancólico arreglo de cuerdas que transporta a través de las lágrimas sanadoras hacia un nuevo himno que nos muestra el valor de la vida, el amor, la música y la amistad.


Medio siglo después gana el Grammy a “La mejor interpretación de rock” en medio de tanta basura comercial e insustancial para recordarnos que el buen gusto musical puede seguir vigente y ser compartido a las nuevas generaciones porque resiste, lo mismo que sucede con el verdadero arte, ante el apabullante paso del tiempo.
Now and Then tuvo un largo recorrido para demostrar la verdadera genialidad.
Algunas imágenes fueron tomadas de la web