La improbable aventura del héroe que no puede sentir dolor.
Reseña por: Alberto Castillo
En las últimas dos décadas, ciertos géneros cinematográficos y sus premisas han sido explotados hasta el cansancio. El primer abordaje comercial y en serie de los superhéroes por parte de las grandes productoras, hace casi 30 años, resultó novedoso y atractivo para los fanáticos, ansiosos por ver a sus personajes favoritos cobrar vida en la gran pantalla. Sin embargo, con el tiempo, la fórmula comenzó a repetirse. Productores, directores y guionistas giraron en círculos, agotando el encanto inicial. Ya fuera por la saturación del mercado o por el desgaste creativo, el género se tornó repetitivo y, en sus peores casos, aburrido.
A pesar de esto, han surgido intentos loables por reinventar el universo de los superhumanos, alejándose del típico blockbuster. Watchmen (2009), de Zack Snyder, sorprendió con su lenguaje violento y sin concesiones, así como con sus héroes decadentes atrapados en crisis existenciales. La trilogía de M. Night Shyamalan (Unbreakable, Split y Glass) también exploró una aproximación diferente, otorgando al género una profundidad psicológica poco común.
En marzo de 2025 llega a los cines Novocaine, el sexto largometraje de Dan Berk y Robert Olsen. Su protagonista, Nathan Caine, es un ciudadano promedio: estadounidense, blanco, de 30 años, con un empleo estable en un banco y una vida social limitada a las interacciones con su compañero de videojuegos en línea, un pasatiempo que parece consumir todo su tiempo libre. Pero Nathan también padece CIPA, una rara condición genética que le impide sentir dolor.

Lo que podría parecer una ventaja —una especie de superpoder— rápidamente se revela como una carga. Nathan no puede comer alimentos sólidos porque corre el riesgo de morderse la lengua sin darse cuenta y desangrarse. Debe programar una alarma cada tres horas, ya que de lo contrario su vejiga podría explotar. No percibe el calor, por lo que hasta el simple acto de tomar café por la mañana se convierte en un peligroso desafío.
Su vida rutinaria da un giro cuando comienza a interactuar con Sherry, una compañera de trabajo que, a diferencia de él, parece moverse con soltura en el mundo. Lo que inicia como una relación marcada por la torpeza social de Nathan, pronto se convierte en un ancla emocional que lo impulsa a salir de su zona de confort. Sin embargo, cuando Sherry es secuestrada durante un asalto al banco, Nathan se ve obligado a tomar medidas extremas, descubriendo que su aparente debilidad puede ser su mayor fortaleza.
Novocaine propone un héroe imperfecto. Nathan no tiene habilidades sobrehumanas en el sentido convencional: su resistencia al dolor lo hace fuerte, pero no invulnerable. Más que un superpoder, su condición es un obstáculo que lo obliga a una vigilancia constante sobre su propio cuerpo. Su historia no es la del típico héroe invencible, sino la de un hombre que aprende a usar sus propias limitaciones a su favor, convirtiéndose en una suerte de antihéroe moderno.
Sin encasillarse del todo dentro del cine de superhéroes, Berk y Olsen logran aportar algo fresco al género. En lugar de recurrir a la grandilocuencia y los efectos visuales desbordantes, construyen una historia de origen con una premisa sumamente original. Optan por una narrativa que, si bien se hilvana a través de secuencias de acción tan impactantes como hilarantes, se enfoca en la evolución de un hombre ordinario enfrentado a circunstancias extraordinarias.
No obstante, Novocaine no está exenta de problemas. A medida que la historia avanza, la película cae en la tentación de extenderse más de lo necesario, alargando secuencias de acción que buscan resaltar las habilidades de Nathan. Si bien algunas escenas son creativas, en ciertos momentos la trama parece detenerse solo para demostrar lo resistente que es el protagonista. Esto diluye el impacto emocional y desaprovecha la oportunidad de ofrecer reflexiones más profundas sobre el personaje y su mundo.
A pesar de sus fallos, Novocaine es un soplo de aire fresco en la cartelera actual. No es la historia de un héroe con capa ni de una batalla contra villanos intergalácticos, sino la lucha de un hombre contra su propia condición. En sus imperfecciones, Nathan encuentra un propósito, y con él, la película logra dejar su propia huella en un género que parecía haberlo contado todo.

Estreno en tu Cinépolis de confianza el 13 de marzo de 2025.

Sobre el autor de la reseña:
Alberto Castillo es amante del cine y de las conversaciones que solo el cine puede provocar.
Actualmente coordina un taller de cine en Casa de la Cultura Nuevo León.