Interconexión entre el gobierno y las empresas
¿Cuál es su significado?
En el ámbito político, la metáfora de la “puerta giratoria”, se utiliza para describir la práctica de funcionarios gubernamentales o legisladores, que pasan de trabajar en el sector público a empleos en el sector privado, o viceversa, de manera frecuente y fluida. Esta imagen sugiere un gran dilema entre los intereses del gobierno y los de las empresas, a menudo planteando preocupaciones sobre la influencia indebida y la falta de transparencia.
La “puerta giratoria” además simboliza un ciclo continuo de individuos que pasan de un lado al otro, creando una conexión estrecha entre los reguladores y las entidades que están siendo reguladas. Esta práctica puede dar lugar a conflictos de interés, ya que aquellos que han ocupado cargos públicos pueden favorecer a empresas específicas en detrimento del interés público.
La metáfora también sugiere que este ciclo constante, pueda debilitar la integridad del proceso político y legislativo, ya que los individuos pueden estar motivados por intereses personales o corporativos en lugar de servir al bien común.
En resumen, la “puerta giratoria” en la política representa la interconexión entre el gobierno y las empresas, destacando la preocupación por la posible influencia indebida y la necesidad de una mayor ética y transparencia en la toma de decisiones políticas.
¿Qué dicen las leyes?
En España, como en muchos países, existen normativas generales y códigos éticos que abordan el tema de conflictos de interés y prácticas de transparencia, pero no hay una ley específica que prohíba automáticamente el movimiento entre el sector público y privado. En 2006 se creó la Oficina de Conflictos de Intereses, Ley de regulación de estos conflictos que pudieran cometer funcionarios de Gobierno y los Altos Cargos de la Administración General del Estado. En 2013 se creó la Ley de Transparencia para ampliar y reforzar el control de la actividad pública, regular y garantizar el derecho de acceso a la información, relativa a aquella actividad y establecer las obligaciones de buen gobierno, que deben cumplir los responsables públicos, así como las consecuencias derivadas de su incumplimiento.
En México, no se cuenta con leyes específicas que aborden directamente la metáfora de la “puerta giratoria”, sin embargo, existen leyes y regulaciones que abordan aspectos relacionados con ética, transparencia y conflictos de interés en el servicio público. La Ley General de Responsabilidades Administrativas y la Ley de Servidores Públicos, son dos de las normativas que tratan temas éticos y establecen sanciones en caso de conducta indebida. La Secretaría de la Función Pública (SFP) en México tiene la responsabilidad de supervisar y hacer cumplir estas leyes, y en su página web se pueden encontrar orientaciones y códigos de ética para servidores públicos.
Algunos ejemplos en España y México
- Ángel Acebes: Ex ministro de Administraciones Públicas (PP), que se convirtió en vocal del consejo de administración de Bankia.
- Felipe González: Ex presidente del Gobierno (PSOE), que se desempeñó como consejero en Gas Natural.
- José María Aznar: Ex presidente del Gobierno (PP) que fue consejero en Endesa y News Corporation.
- Luis Atienza: Ex ministro de Agricultura, Pesca y Ganadería (PSOE) que se convirtió director de Red Eléctrica.
- Josep Piqué: Ex ministro de Industria y Ciencia y Tecnología (PP) que ocupó cargos en Vueling y EADS
- Luis Téllez: Ex secretario de Comunicaciones y Transportes que se convirtió en director general de la Bolsa Mexicana de Valores.
- Felipe Calderón: Ex presidente de México que se desempeñó como consejero de Avangrid.
- Ernesto Cordero: Ex secretario de Hacienda que ocupó el cargo de director general de Banobras.
- José Antonio Meade: Ex secretario de Hacienda que se convirtió en consejero de HSBC México.
- Guillermo Ortiz: Ex secretario de Hacienda que fue gobernador del Banco de México y posteriormente presidente de Grupo Financiero Banorte
Motivos por los que esta actividad no se regula
Puede deberse a varios factores, algunos de los cuales incluyen:
- Influencia política y económica: Las personas que tienen la capacidad de influir en la regulación, como políticos y empresarios, a veces pueden tener intereses personales en permitir la libre circulación entre el sector público y privado. Pueden argumentar que esta movilidad beneficia la experiencia y el conocimiento en ambos sectores, pero también puede conducir a la captura regulatoria, donde las regulaciones se diseñan para beneficiar a intereses privados.
- Complejidad del problema: Regular la “puerta giratoria” puede ser un desafío debido a la complejidad de las relaciones y conexiones entre el gobierno y el sector privado. Determinar qué movimientos son problemáticos y cuáles no, así como establecer reglas claras y aplicables, puede ser complicado.
- Falta de consenso: Puede haber desacuerdo sobre la necesidad y la forma de regular la “puerta giratoria”. Algunos pueden argumentar que las restricciones excesivas pueden obstaculizar la movilidad laboral y la contribución de conocimientos, mientras que otros pueden abogar por medidas más estrictas para prevenir posibles conflictos de interés.
- Corrupción interna: En algunos casos, la falta de regulación puede estar relacionada con la corrupción interna, donde los propios reguladores pueden estar involucrados en la “puerta giratoria” o ser influenciados por personas que lo están.
- Falta de conciencia pública: Si la sociedad no está plenamente consciente de los posibles problemas asociados con la “puerta giratoria”, puede haber una falta de presión pública para implementar regulaciones más estrictas.
Resumen
-Luego del análisis realizado podemos obtener una reflexión positiva, si queremos ser angelitos benévolos:
La metáfora ¨puerta giratoria¨ puede simbolizar tensiones y desafíos éticos, también presenta oportunidades para la colaboración constructiva. En lugar de verla como una fuente de corrupción, podríamos imaginarla como una puerta de oportunidades para abordar problemas complejos de manera conjunta, aprovechando la experiencia tanto del sector público como del privado.
-Si no queremos ser positivos y actuamos como abogados del diablo, podemos dar argumentos que relacionen la conexión entre la puerta giratoria y la corrupción:
Prácticas que debilitan la integridad y la transparencia del proceso de toma de decisiones: – Muchas veces, se abusa de la información privilegiada y de las relaciones personales construidas durante el servicio público, para obtener ventajas en el ámbito privado. – Esta práctica puede ser vista como una forma de corrupción sistémica.
Y usted, lector. ¿Qué opina? Deje su mensaje si le apetece. Con relación a este tema se considera un angelito o un abogado del diablo.
Asunto complejo de gestionar, Ciertamente no es ético que alguien que tiene la capacidad de regular acabe trabajando para el sector que ha regulado, pero por otro lado si cortamos radicalmente la capacidad para que alguien vuelva a trabajar en el sector privado ¿Quién va a querer trabajar en la administración púbica temporalmente para no poder volver a la privada?…
Esta sociedad no debería de permitirse el lujo de prescindir de buenos gestores, estén donde estén, creo que la única forma de solucionarlo es que exista un buen control de la oficina que fiscaliza (autoriza) esas rotaciones, pero entonces, ¿Quién controla al controlador?…
El clásico trafico de influencias. Que bien viven los políticos.
Muy didáctica la nota.
Con este tipo de informes uno aprende cosas que no sabía.
A los politicos, especialmente los españoles, les da igual la etica. Esto no deberia poder pasar haciendo leyes para evitarlo. Y lo peor es q la gente ya lo ve como algo normal.