La talentosa agrupación que con orgullo promueve sus raíces latinoamericanas, ofreció un espectáculo lleno de emociones con algo de nostalgia, rancheras, cumbias y muchos boleros.
Monterrey, Nuevo León. El Foro Tims se llenó no solo de fiesta, baile y maravillosas canciones que se pudieran denominar de “Las caras”, sino de un público regiomontano rebosante de energía que cantó toda la noche sin parar y disfrutó de una mágica velada rodeados de verdadera música de autores como Álvaro Carrillo, Bobby Cappó, Benito de Jesús, Fito Páez, José Alfredo Jiménez, Adán Torres, Julio Jaramillo, Los Panchos y Tomás Méndez.
Justo llegando al escenario e iniciando con “Debut y Despedida” de Los Ángeles Negros, fue que La banda proveniente de Los Ángeles, California; La Santa Cecilia, abrió con el potente y distintivo timbre de voz como las cantantes de antaño de Marisol Hernández y con un ensamble de lujo que hace evidente su sello único lleno de coloridas mezclas de distintos lugares en la ejecución de Pepe Carlos, el increíble requinto y acordeón, el bajista Alex Bendaña, en la guitarra eléctrica Miguel Flores y en percusiones Miguel Ramírez.
Un verdadero cóctel musical con temas como: “Poquita fe”, “Ódiame”, “El andariego”, “Nuestro juramento”, Leña de pirul”, “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, “Amar y vivir”, “Almohada”, “La copa rota”, “Las Bohemias”, “Cuatro copas”, “Estrellita” y “Quiero verte feliz” entre muchas otras.
La Santa Cecilia cantó por más de 90 minutos y el público animado seguía solicitando más canciones y prolongar la velada con estos artistas que resultaron ser más mexicanos que el mole.
Emocionados por estar en nuestra ciudad compartieron que este fue su primer concierto en solo sin ser parte de un festival en este país y que el próximo 10 de abril saldrá el documental titulado “Alma bohemia” invitando a todos los presentes a conocer un poco más de La Santa Cecilia y cómo sus inicios humildes pero llenos de música deliciosa los ha hecho vivir una vida fabulosa que les ha llevado a distintos escenarios y países.
Un concierto que en verdad fue de agasajo y que llegó al corazón de un público de distintas generaciones entregados a la bohemia, a la fiesta y a la nostalgia.
Excelente reseña