Gaby Rivera: un viaje de libertad a través del amor y la sororidad.

Rivera Gutiérrez tiene más que claro que la creación artesanal sirve como un vehículo de apoyo a la suma del esfuerzo y trabajo de más de 50 familias pertenecientes al centro y sur de nuestro bello México para seguir generando oportunidades de vida en las nuevas generaciones.

Monterrey, Nuevo León. Fue poco más de dos meses donde tuve la oportunidad de conocer a Gaby, una joven emprendedora llena de entusiasmo con una sonrisa muy grande que iluminaba el ya lindo stand lleno de colores vibrantes y muchas historias dignas de escuchar. Todo esto, dentro de un nuevo festival en esta ciudad donde se presentaron distintas empresas chocolateras y viñedos mientras daban a conocer la variedad de sus productos y los distintos sabores de nuestro México y en medio de tanta algarabía, pude acercarme a platicar con esta incansable emprendedora y preguntarle por precios de la gran muestra artesanal que se encontraba promoviendo a través de su empresa llamada Rivera Gutiérrez.

Soy una firme creyente que nada se da por casualidad y que siempre hay encuentros fortuitos que dejan una huella en nuestras vidas y este justamente fue el caso cuando pude conocer un poco más sobre los productos y las historias detrás de ellos.

No solo se trata de promover y vender artículos artesanales hechos de una manera única, sino que cada pieza es parte de una rica herencia cultural en nuestro país que refleja la historia, habilidades técnicas de distintas comunidades indígenas y, sobre todo: identidad.

Detrás de cada textil se encuentran familias llenas de sueños que buscan cambiar su realidad, que desean seguir trabajando para no solo tener un plato sobre la mesa para cada miembro de su casa, sino que haya otras posibilidades y sobre todo el maravilloso derecho a la educación que en esta zona de nuestro país lo damos ya por sentado. Comunidades de ya más de 50 familias de Chiapas, Yucatán, Puebla, Estado de México, Querétaro y Oaxaca se han ido sumando y hoy en día manejan una amplia variedad de artículos que podemos checar desde sus redes sociales y página web.

“Todo comenzó hace poco más de 10 años cuando tuve el sueño de querer dar a conocer las obras bellísimas que son creadas en nuestro México, pero fue hasta hace 3 años justo en la pandemia cuando tuve que dar ese paso de fe y el apoyo de Alejandro Lucio, mi esposo, quien permitió poder concretar este proyecto que hoy por hoy va más allá de la venta y representación de productos exquisitamente creados tras horas, semanas y hasta meses de elaboración llevando el corazón de por medio.

Esta experiencia me ha permitido acercarme a mujeres que deseaban crear y trabajar y poco a poco con mucha paciencia, me fui ganando su confianza al hacerles ver que nuestro proyecto iba en serio y les hice saber que debería existir un propósito no solo de venta y creación sino algo que fuera trascendental. Cuál fue mi sorpresa, cuando ellas compartieron que, en muchas de sus comunidades debido a las tradiciones y formas de vida, los niños y niñas no son enviados siquiera al kínder porque necesitan salir a vender y trabajar para traer un pan a la mesa. Ese fue el parteaguas y ahí decidimos poner en acción este anhelo de apoyar y sumar y sobre todo poner un granito de arena en las vidas de estas familias y comunidades a veces tan alejadas de todo. Fue cuando supe el llamado que tenía no solo de llevar a distintos lugares los productos creados con tanto amor y esmero sino asegurarles que cada familia recibiría un pago justo para que esas nuevas generaciones tengan el mismo derecho de todos: estudiar y soñar.” Compartió emocionada Rivera, mientras charlábamos en una rica platica que nos deja no solo una reflexión sino un gran compromiso como mexicanos para seguir apoyando y promover trabajos valiosos donde además cada persona que desee ser parte de este movimiento de ayuda y mucho esfuerzo pueda integrarse ya sea promoviendo, comprando, vendiendo o acercándose a Gaby y hacerle saber que quiere apoyar desde la acción y la creatividad.

Tres años han transcurrido y las historias de éxito y empoderamiento se empiezan a compartir en esas poblaciones donde el machismo y una idiosincrasia rígida por tantos años han mantenido a tantas mujeres talentosas en condiciones nada favorables, pero poco a poco se ha logrado una diferencia al entrar en esta dinámica una mujer como Gaby con el apoyo invaluable de su esposo que se han dedicado a promover cada artículo en cada festival, en cada feria y espacio donde les permitan llevar tan bellas creaciones para lograr a través de la venta de todos estos artículos, que estas mujeres puedan tener la solvencia y puedan sentirse tranquilas para crear nuevos modelos al ser parte de una estructura de trabajo, de sueños que se están concretando y de amor, el cual es el vínculo perfecto que logra realmente los cambios en nuestra sociedad sin dejar atrás la preservación de sus tradiciones respetando su cultura ancestral al imprimir en cada telar y en cada punto que hacen en los hermosos dándole forma a coloridas bolsas, blusas, vestidos, cintos, aretes, carteras y productos llenos de sueños con el motor que les permite sacar adelante cada proyecto para asegurarse que los pequeñitos de esas familias, podrán tener una historia diferente si es que seguimos compartiendo y decidimos unirnos a poner nuestro granito de arena desde nuestras trincheras.