Dirección: David Lynch
Reparto: Jack Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jack Fisk, Jeanne Bates
El primer largometraje de David Lynch (la leyenda dice que nacido de una pesadilla y que tardó siete largos años en filmar…todo financiado de su bolsillo), nos muestra a Henry (Nance) que tiene una existencia aislada y desesperada, imaginando un mundo surrealista en sueños, no dudamos un reflejo del mismo David Lynch; un mundo surrealista al que le sería mucho más fácil el vivir. En su imaginación está “El hombre en el Planeta” (Fisk) que se nos muestra al principio del film, él mueve las palancas que dirigen los espermas en brillante ascendencia hacia una piscina en la superficie de este planeta, por supuesto, todo esto en la imaginación de Henry. Surrealismo puro.
Eraserhead es una película, un viaje Lynchiano, rodada totalmente en blanco y negro, independiente, de bajo presupuesto, no dudo que estos sean los principales elementos que rápidamente la hayan vuelto una cinta de culto; David Lynch y Salvador Dalí la nombraron como su película favorita. Qué no es poca cosa. Tiene pasajes que en momentos nos recuerdan al expresionismo alemán, al mismísimo Nosferatu de Murnau, porque sí, Eraserhead es una película de horror psicológico, una película que nos muestra el miedo del protagonista a la paternidad, la misma hija de Lynch, muy pequeña, futura directora de cine tiene un pequeño papel en ella…también nos recuerda a Luis Buñuel, con su Perro Andaluz. Todas ellas grandes cintas de horror, a su manera, pero todas nombradas “de Culto”.
La desesperación y soledad de Henry nos lleva a conocer su mundo, dónde imagina que el amor está detrás de un radiador, también conocemos a la chica con la cual procreó un “bebé” aunque ella no esté tan segura que eso sea…un “bebé” (lo que sí es, es el mayor secreto guardado de la historia del cine…nadie sabe, solo el mismo Lynch, cómo fue creado o “fabricado” el pequeño pseudo bebé reptiliano llorón) Henry termina asumiendo la paternidad y haciéndose cargo de su pequeño bebé mutante aun no formado, hasta que en un acto de solidaridad…bueno, los que ya conocemos la peli sabemos que sucede; todo esto catapulta a Henry a su alucinación final: una fábrica de lápices donde la materia prima es su propia cabeza; yo que ustedes lo pensaría dos veces antes de volver a meterme un borrador en la boca, primero me preguntaría:
“¿Se puede realmente borrar con la cabeza?”