Los Mesoneros se presentan por tercera vez en 2024 en la ciudad de Monterrey, recalcando la celebración de su último álbum “Nuestro Año” y cumpliendo el sueño de los fans que no pudieron verlos en Tecate Pal Norte y de quienes querían un show de ellos solitos.
Monterrey, Nuevo León. Con más de 10 años de trayectoria y un álbum que reafirma que son la banda venezolana de rock del momento, Los Mesoneros llegan al Showcenter Complex a tocar fibras sensibles, logrando que a más de uno le pasara por la mente llamarle a su ex para pedirle que regresen.
El conjunto que ahora reside en México, dio un verdadero show de rock en pleno 2024, quienes desde el minuto cero invitaron a los asistentes a pararse de sus asientos y cantar sus canciones a todo pulmón. Con un escenario lleno de plataformas y luces neón, Los Mesoneros dieron un show digno de una banda de rock de los 80s. Con Les Pauls a través de cabinets para hacerle justicia a al sonido crispy y eléctrico, colorearon alrededor de 4000 oídos en una mágica noche de miércoles.
“Nos quedamos con las ganas de cantar más canciones después de Pal Norte, incluso aquella vez nos cortaron una, pero hoy eso no pasará” comentó Luis Jiménez (vocalista) entre las primeras canciones del show, y fue algo que se tomaron muy en serio, al presentarnos un concierto de 22 temas (la mayoría tristes, lo cual no es sorpresa para los más fans de la banda) interpretados con gran imponencia en el escenario y haciendo rodar lágrimas por las mejillas de los presentes.
Pero un show de Los Mesoneros no sólo es para los melancólicos, ya que su desgarre y desamor se maquilla a la perfección con un show energético lleno de sensualidad y rocanrol, que hizo que los saltos se sintieran en más de una ocasión a través de todo el suelo del Showcenter.
“A ver si hicieron la tarea” Soltó el vocalista segundos antes de interpretar ¿Qué Hora Es Allá?. un tema de los nuevos y que (no es sorpresa, pero sorprende) la gran mayoría de los asistentes se sabían de pies a cabeza y no dudaron en corear, demostrándoles a Los Mesoneros que no tienen un fandom cualquiera, sino uno entregado y leal, a raíz de sus muy conectables canciones y un género que, a pesar de que ya no está de moda, no ha muerto y sigue llenando foros.
A lo largo del concierto, pasaron de canciones uptempo y bailables, a formatos acústicos que desembocaban dramáticamente regresando a full band, generando una experiencia hermosa de presenciar y haciendo tributo a los conciertos de la vieja escuela, enamorando a una generación que más de una vez ha pensado “nací en la época equivocada”.
Entre los temas más destacados estuvo Pangea, que hizo gritar a más de uno: “¡¡¡Esa no, porque traigo saldo!!!”; además de Últimas Palabras, que se sintió como un himno entre los asistentes; y cómo dejar atrás Últimas Palabras, la cual nos confesaron que creyeron que era su capricho del álbum, pero fue la canción que los llevó a la nominación de los Latin Grammys.
Luis demostró su amor por su público acercándose a ellos y corriendo por encima de alrededor de 8 filas de butacas, dando cátedra un buen diferenciador al momento de generar lazos con el fandom, y creando un perfecto cierre de concierto que nos dejó a todos como si acabáramos de salir del demonizador.
Si no has escuchado el álbum Nuestro Año de Los Mesoneros, encuéntralo aquí: Spotify (vale totalmente la pena).