Desde cuándo y cómo comenzó el conflicto entre España y México por la Conquista.
En 2019 una carta del Gobierno mexicano precedido por Andrés Manuel López Obrador exigiendo al Rey Felipe VI que pidiera perdón por los excesos cometidos por los españoles durante la conquista en el siglo XVI, que Zarzuela dejó sin respuesta, desató la indignación del Gobierno del país latinoamericano. Y que desde entonces ha mantenido una tibia relación con Madrid.
- Pero cómo comenzó todo.
El conflicto entre España y México se remonta al siglo XVI, durante el periodo de la Conquista de México, que comenzó en 1519 con la llegada del explorador español Hernán Cortés al territorio mesoamericano. Este conflicto tuvo como eje la conquista del Imperio mexica o azteca, que en ese entonces era la civilización dominante en la región.
El enfrentamiento culminó en 1521 con la caída de Tenochtitlán, la capital mexica, tras varios meses de asedio por parte de las fuerzas españolas y sus aliados indígenas, quienes veían en los mexicas un enemigo común.
- Paso por paso
Contexto Previo a la Conquista
Antes de la llegada de los españoles, Mesoamérica era una región densamente poblada por distintas civilizaciones avanzadas, entre ellas los mayas, toltecas y mexicas (también conocidos como aztecas). Los mexicas, establecidos en su capital Tenochtitlán (ubicada en lo que hoy es la Ciudad de México), formaban parte de la llamada Triple Alianza, junto con los señoríos de Texcoco y Tlacopan, lo que les otorgaba un dominio político y militar en gran parte de la región.
Este imperio estaba compuesto por diferentes pueblos sometidos a su hegemonía, quienes a menudo pagaban tributos y eran obligados a participar en las guerras floridas (conflictos rituales que servían para capturar prisioneros para sacrificios). Muchas de estas culturas resentían el control mexica, lo que fue aprovechado por los españoles durante la conquista.
Llegada de Hernán Cortés y el Inicio del Conflicto
El conflicto comenzó con la llegada de Hernán Cortés a la costa del actual estado de Veracruz en 1519. Cortés, quien originalmente partió de Cuba con el objetivo de explorar y comerciar, desobedeciendo las órdenes de su superior, el gobernador Diego Velázquez de Cuéllar, al internarse en el territorio mesoamericano con la clara intención de conquistar las tierras para la Corona española.
A su llegada, Cortés estableció alianzas con varios pueblos indígenas enemigos de los mexicas, como los totonacas y más tarde los tlaxcaltecas, quienes veían en los españoles una oportunidad de liberarse del yugo mexica. La alianza con Tlaxcala fue crucial para el éxito de la conquista, ya que este era uno de los principales enemigos de los mexicas y proporcionó guerreros que combatieron junto a los españoles.
La Entrada a Tenochtitlán y el Conflicto con Moctezuma
En noviembre de 1519, Cortés y su ejército llegaron a Tenochtitlán, donde fueron recibidos pacíficamente por el emperador Moctezuma II. Sin embargo, la relación entre los españoles y los mexicas pronto se deterioró. Existen varias versiones sobre el comportamiento de Moctezuma: algunos historiadores sugieren que lo hizo por temor o por una creencia de que Cortés era la reencarnación del dios Quetzalcóatl, mientras que otros sostienen que fue una estrategia diplomática fallida.
Cortés, temiendo un ataque, decidió tomar a Moctezuma como rehén en su propio palacio, lo que provocó tensiones dentro de la ciudad. A esto se sumó la llegada de Pánfilo de Narváez, enviado por Diego Velázquez para arrestar a Cortés. Cortés lo derrotó y regresó a Tenochtitlán, donde la situación había empeorado.
La Noche Triste y el Sitio de Tenochtitlán
La hostilidad entre los mexicas y los españoles aumentó cuando el ejército de Cortés, bajo el mando de Pedro de Alvarado, atacó a los nobles mexicas durante la celebración de una festividad religiosa, lo que desencadenó una rebelión en la ciudad. Los mexicas cercaron a los españoles en su cuartel general, y estos intentaron huir de Tenochtitlán la noche del 30 de junio de 1520, en un episodio conocido como la Noche Triste. Muchos de los soldados españoles y sus aliados indígenas fueron asesinados durante la huida.
Sin embargo, Cortés reorganizó su ejército con la ayuda de los tlaxcaltecas y otras tribus aliadas, y regresó un año después para sitiar Tenochtitlán. El sitio de Tenochtitlán comenzó en mayo de 1521 y se prolongó por varios meses. Durante el asedio, la ciudad fue devastada por el hambre, las enfermedades y los ataques constantes. Finalmente, la ciudad cayó el 13 de agosto de 1521, lo que marcó el fin del Imperio mexica.
Consecuencias de la Conquista
Tras la caída de Tenochtitlán, comenzó un proceso de colonización y reorganización política, social y religiosa en el territorio que se convertiría en el Virreinato de la Nueva España. Los españoles implantaron su cultura, idioma y religión (el catolicismo) a través de una mezcla de violencia, evangelización y alianzas con las élites indígenas.
Aunque la conquista formal del Imperio mexica se dio en 1521, la resistencia indígena continuó durante muchos años en otras regiones del actual México. Algunos pueblos, como los mayas en la península de Yucatán, resistieron por casi dos siglos antes de ser completamente subyugados por los españoles. Además, la implementación de políticas coloniales como la encomienda generó tensiones y explotaciones en las comunidades indígenas, lo que dio lugar a posteriores rebeliones.
Legado del Conflicto
El conflicto entre España y México durante la Conquista dejó profundas huellas en la historia, cultura y demografía de lo que hoy es México. La fusión de culturas dio lugar al mestizaje, que se convirtió en una característica central de la identidad mexicana. Al mismo tiempo, el trauma de la conquista, el colapso demográfico debido a las enfermedades traídas por los europeos (como la viruela) y la violencia ejercida sobre los pueblos indígenas siguen siendo temas de gran relevancia en el análisis histórico y en la memoria cultural de México.
En la actualidad, el encuentro entre el mundo indígena y europeo durante la Conquista de México es visto desde diversas perspectivas: algunos lo consideran un proceso de dominación y explotación, mientras que otros lo ven como el origen de la nación mexicana moderna.
Consecuencias actuales
La decisión de México de no invitar a Felipe VI a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum es el último capítulo del progresivo deterioro de las relaciones diplomáticas entre España y el país centroamericano, que comenzó hace cinco años, cuando Andrés Manuel López Obrador exigió disculpas a España por los excesos cometidos durante la conquista.
España considera “inaceptable” la actitud del Gobierno mexicano y fuentes del Ejecutivo aseguran que “no se entiende” la exclusión de Felipe VI de la invitación oficial. En consecuencia, el Gobierno español, en un hecho sin precedentes, ha optado por no enviar a ningún representante a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, que se realizó el 1 de octubre.