Excelsa noche visceral llena del olor intoxicante de la banda de Liverpool.
Monterrey, Nuevo León. La última vez que se presentó Carcass en Monterrey fue en aquel ya lejano 2017; un 27 de octubre, junto con Warcry y Anthrax; la primera y única edición del Festival “Defenders of the North” en la Expo Guadalupe, los organizadores: una vez más Dark Vission Entertainment. Este pasado jueves 21 de noviembre fue la tercera ocasión de la banda en la ciudad.
Once minutos después de las 9:00 pm, los llamados Padres del Grindcore Quirúrgico saltaron al escenario del Iguana, la banda, formada en Liverpool en 1985 y que por aquellos años, dado las portadas, nombres de sus canciones y letras, (todo un festín de enfermedades humanas y pseudomedicina) pareciera que sus integrantes fundadores, Jeff Walker, Bill Steer y Ken Owen eran exalumnos de alguna Facultad de Medicina, o ya a punto de titularse cómo médicos generales… a la larga nos dimos cuenta que solo fue una leyenda. Como si eso importara. Walker y Steer, ambos aun en la banda, son activistas por los derechos de los animales: Walker vegano y Steer vegetariano.
Walker ya a rapa sin su característico look de los 80s a rastas, Steer sigue siendo el hippie setentero forever young del death y grindcore metal (sus gustos son tan vintage, pueden checar su otra banda Firebird, dónde toca rock de los sententas y blues).
Abrieron con “Buried Dreams” de 1994, de su disco Heartwork, el disco que les abriría las puertas hasta de la MTV (cuando MTV valía la pena), la rasposa voz de Walker ya nos daba la bienvenida a una hora y media de mosh y nostalgia deathmetalera: “Bienvenido a un mundo de odio, una vida de sueños enterrados…”, el recinto ya en un lleno total, la gran mayoría que nos encontrábamos en un rango entre 30 y 50 años de edad: los qué siguen a la banda desde sus inicios, los que cómo yo, desde mediados de los 90s…y una gran cantidad, también, de nuevos fans. La primera vez que Carcass estuvo en el país, fue en aquel ya también lejano 1990, que tocaron en Tijuana. Obviamente, no pude asistir. Pero si los he podido ver en sus tres presentaciones aquí en Monterrey. Continuaron con “Kelly’s Meat Emporium” de su disco del 2021 Torn Arteries; una clara crítica hacia el consumo de la carne. Bill Steer bailaba dando saltitos, poniendo el toque funk al concierto. Daniel Wilding ahora es el encargado de la maquinaria doble bombo, siguiendo el muy elevado legado que dejó Ken Owen, quien en 1999 sufrió una hemorragia cerebral que lo dejó en coma, y tras años de recuperación, de vez en cuando suele acompañarlos en las giras. James Blackford “the new guy” acompaña a Steer en la otra guitarra líder.
Le siguieron “Incarnated Solvent Abuse” y la primera más celebrada: “No Love Lost”, también de su disco de 1994, ¿cuántos de nosotros ahí presentes, no grabamos estos videos en VHS de la MTV? Jeff Walker agradecía cada tema (con su voz normal), interactuaba con el público, lanzaba botellas de agua, incluso saludaba a su gran amigo Duncan Patterson; quien estaba en la audiencia (Duncan, para los que no estén enterados, exbajista de la banda Anathema, desde hace algunos años ya viviendo aquí en Monterrey y, además, originario de Liverpool, amigo de la banda desde tiempos inmemoriales).
Siguieron con ese sonido característico que el mismo Steer ha implementado en la banda, el Rot n’ Roll… riffs de guitarra con tintes setenteros, ácidos, a veces algo Sabbatianos, a veces algo funkys, “Tomorrow Belong to nobody” de su disco Swansong de 1996. “Dance Of Ixtab” a ritmo de los tambores de Wilding, y más riffs y sonidos chamánicos por parte de Bill Steer, qué fácil podría ser considerado el nuevo Tony Iommi con los riffs sacados directamente del Infierno. O de algún ritual de Ayahuasca. El segundo gran revuelo de la noche llegaría con “Black Star”/”Keep on Rotting in the Free World” (un claro homenaje a “Keep On Rockin in the Free World” de Neil Young.
Luego: otro ligero pero pesado y devastador viaje al pasado con “Genital Grinder” y “Exhume to Consume”, unos cuántos minutos sónicos (como 25 más, en total) para, pasaditas las 10.30 de la noche, cerrarán con Le Grand Finale, pienso yo, lo que todos estábamos esperando, para, los de adelante continuarán con su mosh pit en círculos, y, los que estábamos más atrás (como quiera si tienes un buen lugar, pero tienes que salir por una cerveza o al baño, sabes que vas a estar hasta atrás jajaja): la tan esperada y coreada “Heartwork” cerró una inmensa y excelsa noche visceral: esperemos que no pasen tantos años para volver a despertar y oler el hermoso olor a Carcass.
Imágenes proporcionadas por: Dark Vission Entertainment