Sumergiéndonos en la máquina del tiempo más efectiva: su música.
Monterrey, Nuevo León. Uno de los shows más esperados de la noche fue el de la cantante californiana, Gwen Stefani. Después de un día bastante activo donde la buena música no faltó dentro del super festival de música electrónica Heineken Silver LiveOut, fue refrescante traer a la memoria un setlist de lujo empezando con “The Sweet Escape” para seguir prendiendo a la raza con “Hey Baby” mientras sus bailarines experimentados contagiaban el ritmo de cada nota y nos hacían bailar mientras admirábamos el show y sus Dr. Martens personalizados de acuerdo al vestuario.
Gwen emocionada por ver el cariño de la gente, expresó una y otra vez el amor que siente hacia México para dar inicio al temazo de “It´s my Life” con el video musical de esa pieza que fascinó por las imágenes de la Gwen del pasado y la del presente cantando enérgicamente como si los años no hubieran transcurrido en ella y a la vez en una dualidad extrasensorial mientras su guitarrista guitarrista asiática sobresalía con ella en las pantallas mostrando su habilidad musical aventándose unos riffs increíbles en su Stratocaster rosa que combinaba con los outfits y el escenario.
Gwen siempre ha tenido muy claro que sus conceptos estéticos definieron la moda de los años 90s y 2000 usando combinaciones punketas llenas del glamour antiguo de Hollywood y esta ocasión no fue la excepción para poder disfrutar de todo ese conocimiento aesthetic muy tan suyo en el escenario mientras nos deleitaba con temas como “Cool”, “Sunday morning”, “What you are waiting for”, “Spiderwebs”, “Luxurious” y al momento de interpretar “Rich girl” se acercó unos momentos a sus fans para estrechar la mano de alguno de ellos que hasta pudo tomar prestado uno de los sombreros norteños que ofrecieron los patrocinadores en el festival y ella ni tarda ni perezosa se lo puso para seguir cantando, acción que enloqueció a todos los presentes.
Después de toda esa euforia llegó “Don´t speak” donde se llevó una ceremonia de silencio para experimentar este himno que hizo vibrar cada fibra de nuestro ser y después seguir con su mezclas discordantes de energía dándole el lugar unos momentos a su talentoso saxofonista que se lució con ella en el escenario para deleitarnos con “Hollaback girl” ya con un segundo cambio de vestuario de tono rosa en esa esencia de chica masculina que no sigue las tendencias sino que las crea y lo sigue haciendo en ese estilo desafiante y audaz como su música, la cual nos habla de libertad e independencia abanderando el movimiento femenino con sus toques de reggae, pop, ska, rock, y hip-hop que la hacen consolidarse como una mujer que ha logrado reinventarse y no solo gustar, sino recibir el amor de distintas generaciones que en la noche del sábado 12 de octubre enloquecieron de placer al ver esa melena rubia con su lipstick rojo intenso característico mientras bailó y se entregó por casi una hora a todos sus fans volviéndola la reina indiscutible de la noche.
imágenes por: Arqueles García