Emotiva presentación de su primer material discográfico ante una ciudad que le admira y quiere.
Monterrey, Nuevo León. Hablar de Jay de la Cueva es hablar de un verdadero alquimista musical con la habilidad de conectar y conmover a través del lenguaje que domina. El virtuoso productor multinstrumentista es capaz de transmitir no solo emociones sino hacernos vibrar a través del derroche de habilidades haciéndonos navegar en ritmos y géneros en un verdadero mapeo musical apropiándose sin duda alguna con esa energía sin igual del escenario.
La noche del viernes 4 de octubre fue la elegida para el ahora nominado a los Latin Grammy para presentar su primer material discográfico como solista en el Showcenter Complex de esta ciudad.
Todos los asistentes nos encontrábamos emocionados sabiendo de antemano que estaríamos ante un artista lleno de sofisticación y sensibilidad que se ha atrevido a dejar atrás esa magnifica historia musical en agrupaciones que han sido parteaguas en la industria y donde le hemos conocido varias facetas y alter egos que dejan claro que se trata de un creativo en constante evolución, que ama que lo que hace y sabe divertirse en un estilo sin igual lleno de autenticidad musical.
Jay es tan bueno es para rockear como para hacer algo de jazz, de blues de R&B o lo que a el se le ocurra porque sin lugar a dudas se trata de un prodigioso músico que orbita entre el bajo, la guitarra, la batería o el teclado trayéndonos incluso a veces apuntes de un Stevie Ray, Mayer o Clapton por mencionar algunos pero en esa sinergia del amor y de grandeza de espíritu capaz de envolverte con su habilidad y madurez musical ademas de ser un hit maker con una adrenalina que contagia.
El setlist se compuso de los 11 temas de su disco y cada oportunidad que tenia destacaba y compartía lo feliz de estar en esta ciudad rodeado de grandes amigos que se notaba esa familiaridad con su público haciéndonos bailar con esa estética sonora y mística siendo el hilo conductor de una cadencia llevada a la ruta de la conexión individual a través de su voz y un increíble despliegue de ejecuciones armónicas.
Sofisticado, diverso, ecléctico, emotivo, juguetón, sensible, prodigioso, conocedor de su arte, Jay de la Cueva celebró junto a todos los presentes del exquisito gusto de la música siendo movidos desde el amor con las notas musicales en su ADN que amplifican su versatilidad y la grandeza en su corazón que sigue conservando a ese niño curioso que sigue aprendiendo y perfeccionándose con asombrosos riffs y solos en cada uno de los temas que disfrutamos como: “Desayuno americano”, “Volver a ser”, “Llamas”, “Oye”, “Problemas con la ley”, “Más adelante”, “Se hizo tarde”, “Como olvidarme”, “Tokyo”, “Historia sin final” y culminar con esta versión de “Cambiar”, un sencillo que hizo para su querido y admirado padre y que nos conmovió en gran manera.
Emotiva despedida de…
Colaboración en imágenes del artista por: Sebastian Ramírez