La legendaria banda europea nos invita a su show de comunión y trascendencia en el Showcenter Complex la noche del 28 de marzo.
Texto por Arqueles García
Fotos por Irving Borjas
San Pedro Garza García, Nuevo León.
“Buenas noches. Mi nombre es Brian y el nombre de mi grupo de rock, de rrrrrock (acentuando y arrastrando las “R”) es Placebo.” Así fuimos bienvenidos por Brian Molko, en un muy buen español, a su show previo a su participación en el festival Tecate Pa’l Norte ese mismo fin de semana. Para este punto el flamante dúo, acompañado por una banda completa, ya habían irrumpido en la oscuridad del auditorio con “Forever Chemicals”, “Beautiful James”, “Scene of the Crime” y “Hugz” de su más reciente álbum “Never Let Me Go”.
Un concierto de Placebo, para la banda, es un momento especial, irrepetible y que se debe disfrutar en el aquí y ahora. Su propósito es crear comunidad y trascendencia conectándose con los fans a través de los sentimientos que evocan sus canciones. Por esto la banda hace la petición de que ninguno de los asistentes se pasaran el concierto filmando con sus celulares. Hubo letreros en la entrada, dentro del recinto e incluso una grabación previa al inicio del concierto en clarísimo español de parte del bajista Stefan Olsdal que lo dejó muy claro. En este tema la banda es irreductible, por lo que activamente durante el show, cinco haces verdes de luz láser se la pasan cazando celulares de los asistentes que son sorprendidos intentando infringir la prohibición. Hay varios transgresores y Brian se ve molesto. Alrededor de la quinta canción, Molko llega a su límite con esta situación y apenas entrados los pocos segundos del tema, él grita, “STOP” y la música para de repente. Con su mirada fulminante, Brian se fija en dos personas, “Muchacho y Muchacha, guarden sus teléfonos”. Yo no quiero estar en los zapatos de esos dos que deben sentirse como estudiantes regañados por un severo profesor que los ha pillado copiando en el examen y están apunto de ser escarmentados frente a toda la clase. “Si no guardan sus celulares, no vamos a tocar música y será por su culpa”, continua Brian en inglés sabiendo que la audiencia está siguiendo claramente el regaño. Todos, prefiriendo escuchar a la banda, estuvimos dispuestos a que nuestros compatriotas recibieran castigo y empezó a escucharse a manera de porra, “¡Fuera, fuera!”. Al final y después de unos minutos tensos, prevaleció la razón y siguió la música para disfrute de las miles de personas que abarrotaron el recinto. Ya con nervios, en lugar de celulares aparecieron en las manos de los asistentes unas velas de baterías.
El concierto siguió como si nada hubiera pasado y la banda continuó con una curaduría selecta para la ocasión de su amplio repertorio e historia de más de 30 años. Placebo nos llevó de la mano por una travesía sonora con cortes elegidos para sumergirnos en su característica ambientación sofisticada.
Todos coreamos el clásico “Sleeping with Ghosts” para después bailar muy prendidos con “Sad White Reggae” y “Try Better Next Time”. En esta última canción no pasó desapercibida la ironía del verso al final que Molko gesticuló diciendo “Take a picture before is too late”. Había sido ya muy tarde para los que sus celulares fueron arruinados por el láser.
Y entonces aparece un piano blanco y un violín para interpretar “Too Many Friends”, misma que todos cantan junto con la banda. Haciendo alarde su su cualidad políglota, Stefan Olsdal presenta en español a cada músico que los acompaña nombrando sus instrumentos. La recta final fue en crescendo con temas que nos llevaron a las alturas como “For What it’s Worth”, “Song to Say Goodbye”, la esperadísima “The Bitter End”, y “Running Up That Hill”, que nos dejaron extasiados. Y así se despidió la banda, para aquellos que visiten el Tecate Pa’l Norte 2024 podrán escuchar nuevamente a esta banda de rrrrock sofisticado.
Síguele la pista a esta gran banda visitando su página oficial: https://www.placeboworld.co.uk