Monterrey, Nuevo León. Dentro de esta bella ciudad rodeada de montañas, existen historias interesantes, por decir lo menos, de personajes llenos de talento que por amor al arte han ido encontrando su propio camino y les ha hecho transitar en una vía llena de aventuras.
Mario Mendoza, maestro de música de profesión quien nos comparte cómo su pasión por el cine surge desde temprana edad y como su gusto por el rock comenzó en la infancia, influenciado inicialmente por sus hermanos, aunque siguió desarrollando ese gusto por sí mismo y encontrando joyas musicales que impactaron su vida y la forma en cómo la percibe, la vive y ahora la documenta.
Hace poco más de 20 años inició su formación cinematográfica a través de cursos ofrecidos por CONARTE y de forma autodidacta, ya que nunca estudió cine de manera formal pero que le dio la oportunidad de aprender técnicas para poder llevar a cabo el sueño de documentar esos temas que se han quedado de alguna forma suspendidos y esperando por darles la visibilidad que se necesita como su primer cortometraje titulado: Ahualulco del Sonido 13, disponible en YouTube para después trabajar en el largometraje: Size: Nadie puede vivir con un monstruo, el cual se puede checar en la fan page de Size y la nueva producción que sigue pendiente de llegar a las plataformas, el muy esperado: México, Tecno Pop.
Mario nos comparte también sobre las dificultades técnicas que enfrentó para empezar esta aventura de una de sus grandes pasiones en la vida.



LA ENTREVISTA
Cine, terror y rock: La influencia temprana de la cultura pop en la infancia y el fuerte vínculo que hoy le permite ser un creador de documentales.
GC: Desde niño, ¿te interesó el cine?
Mario: Sí, desde muy chico tuve interés en el cine, de manera muy precoz. Curiosamente, me gustaba mucho el cine de terror. No sé por qué, pero me atraían mucho las películas que no eran apropiadas para mi edad. Había una que se llamaba El espejo asesino, otra que se llamaba Feliz cumpleaños para mí… Era cine tipo slasher de los años ochenta. Tenía mucha atracción por eso. Iba a menudo con mi papá, como soy el menor de mis hermanos, fue la forma de que mi padre tuviera una actividad a mi lado y siempre me llevaba al cine cada vez que se lo pedía,
GC: ¿Cómo llega el gusto por la música a ti?
Mario, desde niño me gustó mucho el rock. Era un niño roquero, precoz también en ese sentido. Al principio fui influenciado un poco por mis hermanos mayores, pero llegó un punto en que ellos dejaron eso atrás, como si hubiera sido una moda para ellos. En cambio, yo seguí con el rock.
GC: Platícanos, ¿Cómo empieza este camino de realizar documentales?
Mario: Tiempo atrás el hacer cine se sentía como algo muy lejano, ya que aquí no había escuelas de cine ni nada parecido y poco a poco surgieron cursos en la ciudad y CONARTE empezó a ofrecer cosas y yo ya había estudiado música y composición. En ese momento llegaron esos cursos, aunque eran de solo una semana, eso me ayudó a ver la posibilidad de poder trabajar en temas con los que verdaderamente conectaba y para el 2003 o 2004 tomé un diplomado de cine documental. Eso ya fue más formal con una duración de cuatro meses y ahí ya empecé a ver esto no solo como cinéfilo, sino con la idea de producir algo. No tenía recursos, pero me compré una camarita chiquita, una Sony, y con esa hice mi primer documental en el 2006 sobre Ahuahualco y el Sonido 13 el cual tiene una duración de 15 minutos y se encuentra por partes en Youtube.
El eco de una teoría musical en un pueblo olvidado.
La historia de Julian Carrillo me llamaba la atención sobre todo porque mi formación es musical y encontré bastante interesante conocer el pueblo de este artista y su revolucionaria teoría del Sonido 13, una propuesta musical que rompió con los límites de la escala tradicional y abrió nuevas posibilidades en la composición contemporánea.Así, entre imágenes y sonidos, el proyecto se convirtió también en una forma de reactivar la memoria de un pueblo que, aunque no siempre lo sepa, vive envuelto en una historia extraordinaria..
GC: ¿Y qué descubriste ahí? ¿Cuál fue la narrativa de tu trabajo?
Mario: Mi intención era simplemente hacer un paseo visual por el pueblo. No tenía un plan muy elaborado donde la cámara recorriera el lugar, sin necesidad de hablar mucho y al llegar a la mesa de edición me dí cuenta que faltaba agregar una explicación general, algo que pudiera darle contexto a alguien que no es músico, para que entendiera de qué va eso del Sonido 13. Ahualulco del Sonido 13.
La historia detrás del documental de SIZE.
El primer encuentro con SIZE fue en el 2000 cuando un amigo de Ciudad de México le grabó un disco de la banda, lo que le permitió empezar a familiarizarse con su música.
En 2003 una parte de SIZE vino a Monterrey en una presentación en la Casa de la Cultura, musicalizando “Viaje a la luna” de Georges Méliès y fue en esta ocasión que Mario pudo interactuar con ellos y profundizar en su apreciación por el grupo y a partir de ahí su relación con ellos creció. Esta experiencia le hizo conectar de forma personal y profesional con esta increíble banda de música experimental.
GC: ¿Cómo nació la idea de hacer un documental de esta agrupación?
Mario: Personalmente manejo la fan page de Size y hasta ahora, todos los trabajos que he hecho tienen que ver con la música. Siempre ha sido una afición personal. No tengo una gran filmografía, aún pero sigo trabajando duro para hacer visibles temas e historias bastante interesantes que han forjado las bases de la escena musical que tenemos hoy en día.
GC: ¿Cómo obtienes los apoyos económicos? ¿Estás relacionado con alguna beca o programa?
Mario: No, esto fue totalmente independiente. Yo llegué a Decibel porque estaba muy metido en el rock progresivo y en el rock en oposición. Primero me hice fan de Decibel, y luego, gracias a eso, en ese tiempo estaba editando un fanzine dedicado al rock en oposición. Ahí hice un artículo sobre el tema en México, y entrevisté a Walter Smith y Carlos Robledo de Decibel.
GC: ¿Quienes son parte de lo que llamas Rock en oposición?
Mario: Dentro del rock progresivo existe una rama más experimental que se llama rock en oposición. Grupos como Art Bears con un toque de musica medieval, Henry Cow con su improvisación de saxos desplegando una naturaleza aparentemente atonal convirtiéndolos en genios que saben ejecutar con gran calidad y libertad sin límites de estilo donde incluían sonidos electroacústicos y Univers Zero que eran muy arriesgados, siendo Decibel uno de los representantes de esa corriente en México durante la década de los 80s y 90s incorporando elementos de rock progresivo y otras sonoridades vanguardistas logrando llegar a nuevas fronteras.
GC: ¿Cómo fue el proceso de este documental?
Mario: SIZE forma una parte importante dentro del panorama del rock experimental en México. Formado por miembros de Decibel, como Walter Smith y Carlos Robledo, el grupo adoptó un enfoque más experimental y progresivo, manteniendo su raíz de innovación y gradualmente incorporaron más sintetizadores, cajas de ritmo y otros elementos electrónicos, lo que los llevó a desarrollar un estilo aún más distintivo y arriesgado. SIZE además se destacó por sus intentos de desafiar los límites del sonido y la grabación, con una exploración constante de nuevas técnicas y tecnologías para crear su música y eso tenía que mostrarse en este documento visual que afortunadamente pude a través de un amigo que conocía a Walter, contactarlo telefónicamente y me lance a México para organizar la entrevista y de ahí todo lo demás fluyó y él me contactó con todos los miembros de la banda para obtener el visto bueno por las cuestiones de derecho y fue a partir del 2006 que todo inició.
De esta forma comenzó la relación con la banda y conocer más a fondo a los miembros de la banda, lo cual se convirtió en un viaje lleno de conexiones, recomendaciones y el descubrimiento de nuevos talentos dentro del círculo de la banda.
Lamentablemente, tanto Illy como Carlos Robledo, otro miembro esencial, ya fallecieron. Illy murió en 2010, y su ausencia se siente en cada recuerdo compartido por quienes lo conocieron. Este proyecto documental nació del interés personal de un fan del rock experimental, quien entrevistó a varios miembros de la banda y recopiló testimonios únicos. Actualmente, el documental no está disponible de manera permanente. De vez en cuando, se publica de forma gratuita por unos días en la fanpage oficial de SIZE en Facebook.
Además, aún existen algunas copias físicas del documental en formato DVD en el Tianguis del Chopo, aunque son limitadas. Se ha considerado ofrecerlo a través de plataformas como YouTube bajo sistema de pago, pero por el momento no ha sido posible. Este documental no solo revive la historia de SIZE, sino que también rinde homenaje a un momento poco documentado del rock mexicano. Una escena que, aunque subterránea, sigue inspirando a quienes buscan caminos fuera de lo convencional.



PROYECTOS ONE-MAN-ARMY
Los procesos han sido largos para poder tener concluir los documentales, tan solo “Nadie puede vivir con un monstruo” de SIZE se tomó aproximadamente 5 años y hoy en día, Mario se encuentra desarrollando el documental México, Tecno Pop el cual le ha tomado más del tiempo esperado. La labor ha sido minuciosa para desarrollar el tema y obtener las entrevistas con las agrupaciones mexicanas de rock alternativo. El cineasta ha preparado un tráiler que ya está disponible en YouTube, todo con el objetivo de ir generando expectativa.
Consúltalo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=MjB986yCWyY
El proyecto está siendo realizado de forma completamente independiente: desde la grabación hasta la edición. Ahora, con todas las entrevistas ya grabadas, el enfoque está en la edición final —un proceso complejo que implica revisar horas de material y armarlo como un rompecabezas narrativo.
Además, de estar tramitando un permiso de trabajo (es maestro de música en dos escuelas) para dedicarle tiempo completo y concluirlo este mismo año. La idea es distribuirlo en plataformas digitales, particularmente en Vimeo por su calidad de video y opciones de monetización.
Aunque por ahora no ha considerado proyectos de ficción, su pasión por documentar la música y la cultura alternativa se nota en cada detalle de su relato: esto es y será definitivamente, un documental hecho con amor al arte… y mucha paciencia.
Conoce más sobre Mario en: Kamikaze