Dirección: Andrew Leman
Reparto: Matt Foyer, John Bolen, Ralph Lucas, George Gammel, Leslie Baldwin
Mediometraje (47 minutos de duración), ya de culto, basado en el famoso, el más famoso relato de H.P. Lovecraft, escrito en 1926. Su rodaje fue impulsado y producido por la Sociedad Histórica H.P. Lovecraft de Estados Unidos, el rodaje usó modernas técnicas de grabación y elementos vintage para reproducir la estética de la década de los 1920. Para hacer cómo que la película, fuera de esa época se optó que fuera completamente muda y en blanco y negro. Con la característica música que acompaña las escenas en los filmes de ese tiempo, así como los sonidos clásicos de fondo. Todo esto, para adentrarnos, con toda la intención en una película de terror del cine mudo.
La historia es por demás conocida, un profesor moribundo deja a su nieto un conjunto de documentos que arrojan cierta luz sobre lo que parece ser un Siniestro Culto. El nieto, fascinado por la lectura de los materiales, retoma las investigaciones iniciadas por su abuelo hasta el punto de verse irremediablemente obsesionado por el misterio. Lo que en principio no eran más que datos y sucesos inconexos, pronto podrán de manifiesto una terrible amenaza para el futuro de toda la Humanidad.
Su salud mental se deteriora en proporción a sus conocimientos sobre el mundo de pesadilla que acecha tras el umbral del nuestro. Ha oído la Llamada de Cthulhu. Llamada que también comienza a resonar por el subconsciente de su psiquiatra conforme escucha el relato de su perturbado paciente…
El estilo visual del filme corresponde claramente, al expresionismo alemán, al más puro estilo de “El Gabinete del Doctor Caligari”. Aunque siempre se ha pensado que este relato de Lovecraft resultaba inadecuado para llevarlo a pantalla (yo solo conozco esta versión), fue en su salida sumamente aceptada por los fans del escritor, y es ya considerada la mejor adaptación de los Mitos de Cthulhu.
The Call of Cthulhu puede presumir de una fidelidad sin parangón al material literario original. Buena parte de la responsabilidad recae en los mismos productores de la película. Sí, la Lovecraft Historical Society, encargados de preservar el legado artístico del escritor, ellos han comercializado todo tipo de productos relacionados con Cthulhu, desde peluches, camisetas, figuritas…hasta cds de villancicos navideños. Todo esto y más se puede conseguir en la tienda virtual de la Sociedad…y vaya, gracias a esto, tenemos este importante tesoro cinematográfico. Una pequeña gran joya para todos los seguidores (me incluyo) del escritor de Providence, y, una muestra de como con poco dinero (“poco” comparado con lo que cuesta hacer una película en Hollywood), y mucho cariño y respeto puede hacerse un homenaje correcto a la obra de Lovecraft…no así, por dar un ejemplo, la triste versión que hicieron con “Dagón” algunos años atrás.
“Ph´nglui mglw´ nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn ( En su morada de R´lyeh, Cthulhu muerto, aguarda soñando)…”